A pesar de ser un veneno mortal, el arsénico es un oligoelemento esencial para algunos animales, y tal vez incluso para los seres humanos, aunque la ingesta necesaria puede ser tan baja como 0,01 mg por día. El arsénico no puede movilizarse fácilmente cuando está inmóvil. Pero las actividades humanas como la minería y la fundición, ha provocado que arsénicos naturalmente inmóviles se puedan encontrar en muchos más lugares de los que existían naturalmente.